domingo, diciembre 25, 2011

Festividad de Januka

Januka es una festividad que fue establecida para conmemorar justamente lo opuesto a la asimilación cultural.
 Como Januka usualmente cae en diciembre, en ocasiones se piensa que es como la "navidad judía". Por supuesto, no lo es. Y sin embargo es justo decir que la razón de la popularidad de Januka – especialmente en América, donde es la festividad judía más ampliamente respetada después de Pesaj y Yom Kipur – es precisamente por su proximidad a la navidad.
Irónicamente, la celebración de Januka fue establecida para conmemorar justamente lo opuesto a la asimilación cultural. Esto se remonta a casi 22 siglos atrás, a la exitosa rebelión judía en contra de Antíoco IV, uno de los monarcas greco-sirios que gobernaron la parte norte del derrumbado imperio de Alejandro Magno. Alejandro había sido respetuoso con la religión monoteísta de los judíos, pero Antíoco estaba decidido a imponer el helenismo en todos sus dominios, con sus dioses paganos y el culto al cuerpo. Cuando él encontró resistencia en Judea, hizo que el judaísmo fuera ilegal.
La observancia del Shabat, la circuncisión, y el estudio de la Torá estaban prohibidos con pena de muerte. Una estatua de Zeus fue instalada en el Templo en Jerusalén y cerdos fueron sacrificados ante él. Algunos judíos acogieron el nuevo orden y voluntariamente abandonaron la religión de sus ancestros. Aquellos que no lo hicieron fueron cruelmente castigados.                                                                                      La lucha para reclamar la autonomía religiosa judía comenzó en 167 A.E.C. (antes de la era común) En la ciudad de Modiin, un sacerdote mayor llamado Matatías Macabeo se negó a acatar una orden siria de hacer un sacrificio frente a un ídolo. Cuando un judío apóstata dio un paso al frente para llevar a cabo la orden, Matatías lo asesinó y derribó el altar. Entonces él y sus cinco hijos se fueron a las colinas y desplegaron una guerrilla contra los ejércitos del imperio. Cuando Matatías murió, su tercer hijo, Yehudá el macabeo, tomó el control. Él y su grupo de luchadores eran ampliamente superados en número, sin embargo ellos lograron milagrosas victorias, una tras otra.           
En 164 A.E.C., recobraron el Templo. Ellos lo limpiaron, lo purificaron y lo dedicaron nuevamente a Adonai. Durante el día 25 del mes judío de Kislev, la menorá - el candelabro que simboliza la presencia divina - fue encendida nuevamente. Durante ocho días, multitudes de judíos celebraron la restauración del Templo. "Toda la gente se postró", registra el libro de los Macabeos, "venerando y alabando a  Adonai, ya que su causa había prosperado".

La guerra de los macabeos contra los helenistas fue en definitiva una guerra contra una cosmovisión que elevaba lo físico por encima de todo, una cosmovisión que veneraba la belleza, no la santidad; que veneraba el cuerpo, no el alma.

Pero Januka no se trata de poder político. No se trata de una victoria militar. Ni si quiera se trata de la libertad de culto, no obstante, la rebelión de los macabeos marca el primer momento en la historia en que un pueblo se levantó a pelear contra la persecución religiosa.
En el fondo, lo que Januka conmemora son las ansias judías por Adonai, las ansias de la santidad del Templo y de su servicio. La derrota de los greco-sirios fue importante, pero el clímax espiritual de la rebelión de los macabeos fue cuando la menorá fue re-encendida y la presencia de  Elohim podía sentirse nuevamente.
Januka es la única festividad judía que no se encuentra en el Tanaj y es la única festividad judía que se basa en una campaña militar. Y aún así, su foco es casi puramente espiritual, no físico. Por ejemplo, no hay ningún banquete asociado a Januka, como lo hay con Pesaj o Purim, las otras dos festividades judías de liberación. Su observancia religiosa se concentra en una llama, nada más. Y las llamas de la menorá sólo pueden ser observadas; está prohibido utilizarlas con cualquier otro fin – ni si quiera se puede leer con su luz.
En Januka, la carencia de un lado físico es extraña pero apropiada. Ya que la guerra de los macabeos contra los helenistas fue en definitiva una guerra contra una cosmovisión que elevaba lo físico por encima de todo, una cosmovisión que veneraba la belleza, no la santidad; que veneraba el cuerpo, no el alma. Los judíos lucharon para preservar una cosmovisión diferente - una cosmovisión con  Adonai, no con el hombre, en su centro.
Como ellos triunfaron, la religión judía sobrevivió. 2.000 años más tarde, el helenismo y sus dioses paganos son sepultados en el polvo de la historia. Pero la sabiduría y la profundidad del judaísmo siguen iluminando al mundo entero.

Milagro De Januka

A mediados del siglo II AEC, Antiocus publicó un decreto, que hasta ese entonces nunca había sido escuchado en el antiguo mundo multicultural y religiosamente tolerante: Derogó la religión de otras personas. Prohibió la enseñanza y la práctica del judaísmo. El libro de los macabeos (probablemente escrito por un judío cronista a principios del siglo I AEC) lo describe de la siguiente forma: mucho después, el rey mandó un senador ateniense para obligar a los judíos a abandonar la ley de sus padres y para que dejaran de vivir según las leyes de  Elohim, y también para profanar el Templo de Jerusalén y llamarlo el Templo del Zeus Olímpico". 2 Macabeos 6:1-2).

La luz de Januka es simbólica de la victoria real – la supervivencia de la luz espiritual del judaísmo.
Las brutales persecuciones griegas provocaron la primera guerra religiosa/ideológica en la historia – la rebelión de los macabeos. La revuelta fue liderada por la familia sacerdotal de Matatías y sus cinco hijos, de los cuales el más famoso fue Yehudá. Contra todas las probabilidades, el diminuto ejército guerrillero de los macabeos venció al profesional, más grande y mejor equipado ejército griego. Luego de tres años de batalla, Jerusalén fue liberada. El templo, que había sido profanado, fue limpiado y dedicado nuevamente a  Adonai. Fue durante este periodo de limpieza y re-dedicación del Templo que ocurrió el milagro de Januka. Un pequeño frasco (redoma) de aceite utilizado por el Sumo Sacerdote para encender la menorá del Templo, que debería haber sido suficiente tan sólo para un día, milagrosamente duró ocho días.
El conflicto se extendió durante varios años más y cobró la vida de muchos judíos, incluyendo Yehudá el macabeo y varios de sus hermanos. Finalmente, los griegos fueron vencidos y el judaísmo sobrevivió.
Discutiblemente, la victoria militar de los judíos por sobre el imperio griego, fue un milagro mucho más grande que el aceite que duró durante ocho días. Pero la luz de Januka simboliza la real victoria – la supervivencia de la luz espiritual del judaísmo. Su milagrosa subsistencia permitió que los judíos generaran un monumental impacto en el mundo que ha excedido por mucho el minúsculo tamaño del pueblo judío, entregándole al mundo el concepto de un Elohim único y los valores de la santidad de la vida, la justicia, la paz y la responsabilidad social, que son los cimientos morales/espirituales de la civilización occidental.              
Porque ocho Dias?
El número ocho trasciende el mundo natural.
Aquí esta el porqué:
El mundo fue creado en siete días. Existen siete notas en la escala musical, siete días de la semana,etc. Por eso, el número siete representa el mundo físico que podemos tocar, oler y sentir.
El número ocho, por el otro lado, trasciende el mundo natural. Es por eso que los días milagrosos de Januka son ocho. Aunque el ocho emana por encima de nuestros sentidos, tu alma puede alcanzarlo y ser tocada por su fuerza.
Decreto en Contra del Brit Milá
A los griegos no les gustaba que los judíos practicaran el Brit Milá, la circuncisión de un bebé varón al octavo día de haber nacido. De hecho, ellos prohibieron la práctica del Brit Milá.
¿Por qué se oponían al Brit Milá con tanta fuerza?
En primer lugar, la circuncisión ofendía la idea griega de que el cuerpo humano era perfecto. La desnudez pública era aceptada en la sociedad griega ya que para ellos cada cuerpo era una obra de arte. Los atletas de las olimpiadas griegas competían desnudos. Para los griegos, la circuncisión era la mutilación de una obra maestra. Para el judío, el Brit Milá es una de las expresiones más esenciales de la identidad judía. El ser humano sólo puede alcanzar su máxima belleza si tiene una relación con  Elohim (Devekut). El ser humano perfecto reconoce y abraza la realidad de su alma trascendental.                                              Durante el período de la opresión griega, el Brit Milá era intolerable. Se convirtió en un crimen capital.


 Ocho Días 
- Los Sabios proclamaron 8 días de canticos y regocijo. (De Maoz Tzur – La Roca de la Salvación ' Cantico que se canta cada noche luego del encendido de la Menorá).
Lo primero que hicieron los judíos cuando recapturaron el Templo Sagrado del poder de los griegos, fue encender la Menorá de Oro. Ellos tenían sólo una jarrita (redoma) de aceite, que les duraría únicamente por un día, y elaborar aceite nuevamente les demoraría siete días. Pero un milagro ocurrió. En vez de durar un día, la Menorá quedó encendida por ocho días. Hoy en día nosotros encendemos nuestra menorá por ocho días para recordar el milagro y para inspirarnos con su mensaje.
En un nivel más profundo, los días de Januka son ocho días de trascendencia. Días en donde tenemos la oportunidad de mirar en nuestro interior, y más allá, para sentir que hay mucho más en nuestra existencia de lo que el mundo natural puede contener.
Los griegos detestaban el Brit Milá debido a sus "ochos", ya que significan trascendencia. El milagro del aceite duró ocho días como recordatorio de que la vida judía surge de la Roca (fundamento) de la trascendencia.
 Pero el pueblo judío sabía que era un pueblo eterno. Un pueblo con valores que estaba destinado a durar para siempre, y tener un impacto en el mundo. Un pequeño pueblo estaba preparado para vencer a la potencia mundial de ese entonces; todo esto gracias a que ellos creyeron en el potencial del destino judío. Ellos creyeron que sin importar que tan grave sea la situación, existe dentro del alma judía la habilidad de vencer al más grande de los enemigos y cumplir su propia misión de ser "Una luz para las naciones".
De Mark twain tomamos el siguiente comentario:                                                           "Los imperios egipcios, babilónico y persa, crecieron, llenaron el planeta con sonido y esplendor, y después desaparecieron como parte de un sueño. Después aparecieron los griegos y los romanos e hicieron mucho ruido pero también desaparecieron. Otros pueblos, asimismo, han crecido y mantenido su antorcha prendida por algún tiempo, pero finalmente se les apagó y ahora viven en la oscuridad o ya no existen. El judío estuvo ahí, observó todo y les ganó a todos, pues ahora es lo que siempre fue, no ha mostrado decadencia ni pérdidas por los años, ni se han debilitado sus partes, tampoco han disminuido sus energías; se han mantenido alertas y su mente agresiva no se ha adormecido. Todo es mortal excepto el judío; todas las demás fuerzas pasan, pero él se mantiene".

Cuando prendemos nuestras menorás, debemos mirar cuidadosamente esas pequeñas llamas, y contemplar el enorme potencial. Donde otros ven oscuridad, nosotros debemos ver luz. Tenemos que ver a nuestros hijos, ver por encima de los problemas y peleas, y ver potencial. Debemos vernos los unos a los otros, por encima de la culpa y las debilidades, y ver potencial.


Este Extracto ha sido  recopilado por, Yehoshua Ben Malaj de escritos de los siguientes autores:       Yeff Yacoby,  Rab Ken Spiro,   Rab. Israel Rutman. 

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